Familia, esta fiesta de nuestro Santo Fundador nos toca celebrarla y vivirla de manera distinta.
Siguiendo el ejemplo de Marcelino, deseamos que podamos vivir estos momentos confiados en saber que Dios siempre está a nuestro lado, guiándonos en nuestra labor y siendo luz en el camino junto a Nuestra Buena Madre.
Orgullosos y felices de ser Maristas nos encontramos hoy, en donde estemos, para celebrar.